¿Qué es la permacultura?
La permacultura, ‘cultivo o agricultura permanente’ es un método que pretende ser global y que ofrece soluciones que abogan por sistemas agrícolas, hábitats pero también modelos sociales inspirados en la biodiversidad de la naturaleza. En consecuencia, la definición más acertada sería tal vez ‘la filosofía de una cultura de la permanencia’ donde la fauna, la flora y el ser humano convivieran en perfecta armonía en un ambiente sano y autosuficiente.
¿Es nueva la permacultura?
¡Nada realmente nuevo bajo el sol, ya que el método nació en los años 70 al otro lado del mundo, en Australia! Pero la permacultura, en los últimos años ha ido ganando terreno a nuestros deseos de verdor y armonía con la madre naturaleza. Nuestro deseo de producir nuestras propias verduras, frutas, plantas medicinales y aromáticas. Nuestro deseo de crear espacios relajantes, lúdicos y compartidos…
¿Cómo hacer un jardín de permacultura?
Mientras que es obviamente necesario poner el ‘sentido común’ en el corazón de nuestro enfoque global, el hecho es que ciertas técnicas de observación son necesarias en la creación de nuestros espacios al aire libre en el Diseño de Permacultura.
Se trata primero de observar el ciclo del agua, la presencia del sol, los vientos dominantes, el clima y los microclimas, para luego afinar el análisis de los suelos del terreno a diseñar. Después de eso, es más fácil elegir la ubicación ideal para el jardín… ¡y definir las áreas de actividad! La primera se ubica más cerca de la casa con la huerta y el invernadero, y la última, la más alejada con los espacios dedicados a las hierbas silvestres.
Entonces, ¡se trata de imitar a la naturaleza! Con unos principios fundamentales como nunca dejar el suelo desnudo; cultive las combinaciones correctas de plantas apretadas en montículos, lasaña o suspensiones; recuperar y aprovechar al máximo el agua, organizar el espacio con arbustos y grandes árboles que trabajan en simbiosis; Haz y usa tu composta…
De hecho, un jardín diseñado en permacultura se autogestiona naturalmente, solo hay que regarlo de vez en cuando si falta el agua del cielo, cubrir el suelo si es necesario, y por supuesto recoger las frutas y verduras.