Cómo cultivar con éxito la amapola azul del Himalaya

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La amapola azul del Himalaya viene en multitud de formas y colores, algunas son perennes, otras anuales y otras monocárpicas (crecen durante uno o varios años antes de florecer solo una vez y mueren inmediatamente después). Entre las decenas de especies e híbridos de este género, la más conocida de todas es la Meconopsis betonicifolia, y en menor medida la Meconopsis grandis, con sus sublimes flores de color azul cielo decoradas con un ramo de estambres dorados. Originaria del Himalaya (desde Nepal hasta China), esta planta perenne de montaña crece al borde de la maleza húmeda, en bancos de humus en compañía de prímulas y helechos en un ambiente húmedo y fresco durante todo el verano.

Aunque el cultivo de Meconopsis sigue siendo delicado, no es imposible y es importante respetar 2 puntos clave que son decisivos para un cultivo exitoso y para que florezcan durante varios años. Pero antes de abordar estos 2 puntos, aquí te dejamos un pequeño test que te permitirá saber si esta planta es para ti, responde sí o no:

  1. En mi jardín crecen muy mal las hostas, prímulas asiáticas y hortensias.
  2. En verano mi tierra está seca, se agrieta y paso todas las tardes regando.
  3. En cambio, en invierno mi jardín se inunda periódicamente.
  4. Cuando no es el suelo el que está seco, es el viento el que seca las plantas.

Si respondes «sí» a todas estas afirmaciones, la Meconopsis no estará en su mejor momento en tu jardín y no sobrevivirá al verano, si «no», ¡cultivar con éxito esta planta mítica está a tu alcance!

1- El lugar de plantación  determinará el 80% del éxito de la amapola azul del Himalaya. Debe ser luminoso, expuesto a sombra parcial y resguardado del viento. Evite el sol directo durante las horas más calurosas del día y, en su lugar, elija un lugar fresco. Una de las claves para un cultivo exitoso es la higrometría. Cuanto mayor sea la humedad en verano, más posibilidades tendrá Meconopsis de vivir mucho tiempo. Nada de viento, poco sol y mucha humedad ambiental en verano garantizan el éxito de esta planta. En casa, están protegidos por grandes árboles centenarios y rodeados de arbustos de hoja perenne (trocodendro, rododendro, osmanto…). Se plantan orientadas al oeste cerca de un estanque que les proporciona la humedad ambiental necesaria en verano.

2- La calidad del suelo es fundamental. Este debe ser ligero, ácido y fresco, es decir, nada de arcilla o muy poca, 0% caliza pero sí mucha marga de hojas y humus. La tierra debe poder excavarse a mano sin pala, pero debe mantener una textura densa para mantener el frescor en verano. Cuando no tengas esa tierra, puedes mejorarla completamente agregando a la plantación: tierra para macetas, turba, compost, arena y vermiculita. En mi suelo pesado, rico y húmedo, la proporción que funciona mejor para las amapolas azules del Himalaya es: 50% de moho de hojas, 20% de turba (preferiblemente marrón), 20% de marga y 10% de arena. Los valores deben ajustarse si es necesario en función de la naturaleza del suelo. El hoyo de plantación debe ser 4-5 veces más grande que la maceta, no es necesario cavar un hoyo de 1m³ pero lo ideal es un hoyo de 35-40cm de ancho y 20-25cm de profundidad.

Si se cumplen todas estas condiciones, Meconopsis crecerá y florecerá todos los años en su jardín. Tenga en cuenta, sin embargo, que su esperanza de vida es corta, viven una media de 3-4 años en nuestros jardines pero cuando las condiciones son óptimas, resiembran y con el tiempo forman hermosas colonias, como estas Meconopsis cultivadas en mi jardín…

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