Cómo cuidar el césped en invierno: 5 cosas sencillas que hay que hacer
El invierno ha llegado y nuestro césped puede sufrir las consecuencias del frío.
¿Siente curiosidad por saber qué 5 cosas puede hacer, de forma sencilla y económica, para que su césped vuelva a estar bonito y próspero en primavera?
En este artículo te explicamos cómo cuidar el césped en invierno.
Durante el invierno, nuestro césped está sometido a estrés debido a los factores ambientales negativos que le afectan. La primera y más importante es la temperatura, que puede descender por debajo del punto de congelación con bastante rapidez durante este periodo.
La lluvia, o incluso la nieve, debido a las bajas temperaturas pueden congelar las raíces y conducirlas así a una muerte segura. Otro factor que no debe subestimarse es la duración del día. En invierno, hay menos horas de luz y esto provoca un mayor estrés.
Las hojas caídas de los árboles y el musgo que puede crearse en los lugares sombríos también pueden reducir la respiración de nuestro césped.
Saber cómo cuidar el césped en invierno es un buen punto de partida para volver a tenerlo en óptimas condiciones en primavera y así prestarle menos atención y esfuerzo.
Cuidados del césped en invierno
Todas las plantas entran en reposo vegetativo en esta época. El reposo vegetativo no es más que la hibernación (como la llamaríamos en el caso de los animales), es decir, un periodo en el que la planta deja de crecer y producir. Este es el momento adecuado para prestarle la mejor atención.
Ácidos húmicos: Lo más importante es proteger las raíces y, posiblemente, aumentar su volumen. Como ya hemos descrito en este artículo, ¡los ácidos húmicos son fantásticos bioestimulantes! Aumentan el tamaño y el bienestar de las raíces, mejoran la absorción de nutrientes, aumentan la tolerancia al estrés abiótico, la resistencia a los patógenos, activan el metabolismo secundario y la acumulación de antioxidantes, y pueden ser portadores de microorganismos útiles en la rizosfera (raíces). Normalmente, los ácidos húmicos se suministran a la planta mediante fertirrigación, pero, sobre todo en zonas sujetas a heladas frecuentes, puede simplemente esparcir el producto sobre el césped antes de que llueva (esto también ahorra mucha agua). Esta práctica debe realizarse un máximo de 2 veces a lo largo del invierno.
Fertilización con potasio de liberación lenta (K2O): Si desea algo más genérico, le sugiero que elija un abono con una mayor concentración de potasio. Este elemento favorece el desarrollo del sistema radicular y, por tanto, el bienestar de las raíces. Cuidar las raíces es lo más importante en este momento, porque si cesan por completo su actividad, la planta morirá (a diferencia de la parte verde, que puede regenerarse con mucha más facilidad).
Limpieza: Para aumentar la respiración de nuestro césped, es bueno limpiarlo constantemente (al menos una vez a la semana), retirando las hojas caídas de los árboles y el musgo que pueda haber.
Suspender el riego y el corte: Debido a que el agua puede congelarse en la profundidad de las raíces y provocar así la muerte del césped. También debe suspenderse el corte. Un corte a 4 cm en otoño es suficiente.
Aireación: Lo último que necesita saber sobre el cuidado del césped en invierno es cómo airear el suelo. Sobre todo si el suelo es arcilloso o está sujeto a encharcamientos, es necesario intervenir para crear huecos por los que penetre el aire. Puedes recurrir a un simple palo y, aprovechando su suavidad, pincharlo en la tierra a una profundidad de unos 3-4 cm. 8-12 agujeros por metro cuadrado es suficiente, dependiendo de las condiciones. Si es necesario, también se puede utilizar arena.